martes, 28 de agosto de 2012

La diferencia entre la Madre Teresa y el Dalai Lama o Billy Graham, según su biógrafo judío

En septiembre se publicará en España un libro que ya fue un éxito en inglés: La Madre Teresa: La vida y las obras de una santa moderna, de David van Biema,  columnista del Time que le dedica a la fundadora de las Misioneras de la Caridad un artículo en el último número de la revista, con ocasión de acercarse el 102º aniversario de su nacimiento, un 26 de agosto de 1910 (murió el 5 de septiembre de 1997). Se titula "Por qué la Madre Teresa todavía importa", y lo encabeza una reflexión: "La forma en que recordamos a una figura religiosa dice mucho sobre nosotros mismos".

Una vida rica antes y después de morir
Van Biema es judío, y por tanto no habla como católico. De hecho, empieza explicando que se le ocurrió el artículo planteándose una cuestión: "¿Cómo recuerda la gente secular a un santo?": "Intenté imaginar lo que yo sabría sobre esta mujer hace quince años, si no me dedicase a escribir de religión para vivir. Probablemente que era buena con los pobres. Poco más. Una amiga de Lady Di. Llegué a la conclusión de que, a no ser que fuese un piadoso católicos, sabría muy poco. Y eso me condujo a considerar la diferencia entre la forma en que la Iglesia católica trata su meritoria muerte y la forma en la que lo hace el común de la sociedad".

Van Biema enumera entonces la apertura del expediente sobre sus virtudes heroicas, la investigación sobre su posible santidad, el reconocimiento en 2002 de un milagro y su beatificación en 2003, la consideración sobre un posible segundo milagro para canonizarla...: "Hay obstáculos y pasos adelante, disgustos y triunfos, a través de los cuales la vida de Teresa después de morir, se convierte casi en tan rica como antes de morir. Año tras año se conduce a los creyentes a través de un proceso que define y pone a prueba su significado para la Iglesia".

David van Biema, columnista del Time.
Graham o el Dalai Lama

Los no católicos, sin embargo, olvidan rápidamente. "Los americanos somos lo contrario del niño de la película El sexto sentido: no vemos muertos", dice con ironía, con la excepción del tratamiento a los presidentes y a Martin Luther King: "Es como si, cuanto más polarizada y fragmentada se hace nuestra sociedad, menos acuerdo hay sobre a quién deberíamos recordar".

¿Qué pasa con otros líderes religiosos? El predicador Billy Graham ha figurado en el Top 10 de los hombres más admirados en 55 de los últimos 56 años. Pero, cuando muera, "¿quién salvo los evangélicos recordará por qué lo era?". El Dalai Lama recibió el Premio Nobel de la Paz en 1989, pero "¿qué quedará en la retina pública salvo su sonrisa y la frontera del Tíbet?". "Los límites religiosos que tales figuras derribaron en vida por la pura fuerza de su personalidad o de sus actos se cerrarán de nuevo sobre sí mismos en las paredes de la tumba", afirma Van Biema.

Análisis de "trabajó por los pobres"
En el caso de Madre Teresa, lo ve distinto, y analiza qué decimos cuando decimos que "trabajó por los pobres": "Cuando decía ´los pobres´, la Madre Teresa subtitulaba ´los más pobres de los pobres´, creando una nueva categoría y una correspondiente obligación moral, identificada primero en los peores barrios de Calcuta y luego -¡sorpresa!- casi en cualquier lugar a donde mires.
También intensificó el concepto de ´trabajar con´, lanzando a sus religiosas a una íntima, sistemática y en ocasiones brutal convivencia con los más pobres". Por último, "con su habilidad para las relaciones públicas y sus viajes incansables, transformó ese humilde mandato en instituciones: miles de escuelas, orfanatos y hospicios en casi todos los países del mundo". Y todo ello, junto al hecho, revelado tras su muerte en su correspondencia, de que hizo todo eso "a pesar de una devastadora sequedad espiritual de cuarenta años".

"Trabajó con los pobres", concluye Van Biema, "es un lema que me ayuda a evocar algo más que un rostro cuando intento recordar por qué la Madre Teresa sigue siendo importante para un judío secular como yo mismo. Y -sucede a veces- cuanto más lo evoco, más me parece que vale la pena evocarlo".

lunes, 27 de agosto de 2012

«La confesión no cura sólo el alma, también la mente» dicen algunos expertos sobre sus beneficios

La fuerza sanadora del perdón no es sólo una cuestión espiritual. A esta conclusión han llegado numerosos expertos en liturgia. Según sus conclusiones, «hay una dimensión terapéutica» en el sacramento de la penitencia que hunde sus raíces en el Antiguo y el Nuevo Testamento y que conecta directamente con el hombre de hoy.

«Es una perspectiva interesante y en sintonía con la sensibilidad y la cultura de nuestro tiempo que ve en la salud integral del hombre un valor por defender» afirma en declaraciones al rotativo italiano «Avvenire» el arzobispo de Palermo, monseñor Paolo Romeo.

«La salvación que el Señor nos ofrece no debe ser confundida con la salud psicosomática, pero, como enseña Jesús en el Evangelio, no la excluye, sino que la incluye» afirma el padre Pietro Solci.

«Se trata de una perspectiva tradicional en la teología y en la liturgia de las Iglesias orientales y sensibiliza las Iglesias protestantes, de gran impacto ecuménico» afirma Solci.

«Responde a la cultura de nuestro tiempo, que busca recuperar la unidad de la persona, que ve la salud como realidad que implica todos los aspectos de la vida humana, y el pecado como enfermedad, como incapacidad de relacionarse con uno mismo, con las cosas, con los demás y con Dios».

Arrepentirse para ganar salud
En todo este proceso el arrepentimiento sirve también como medicina y la reconciliación como curación. «En los últimos decenios ya se ha hablado de una teología terapéutica», sostiene.

«El pecado-afirma Angelo Pasaro, experto en Sagrada Escritura en la Facultad Teológica de Sicilia- es la distorsión de la libertad, revela la voluntad de sustraerse a la condición de dependencia de Dios. Y la capacidad del hombre de reconocer el pecado es obra de Dios. Él, como parte ofendida, da su misericordia; la alegría del perdón logra que el hombre ya no se encierre en sí mismo y sea creado nuevamente por la obra del Espíritu», explica.

Pero las encuestas más recientes muestran un cierto alejamiento del sacramento de la Penitencia. «Lo que resulta problemática hoy es la confesión y la concepción misma del pecado», sostiene Giuseppe Sovernigo, psicólogo y profesor del Instituto de Liturgia Pastoral de Padua.

«Son dificultades que se deben al nacimiento de nuevos problemas morales y nuevos modos de enfrentarse a viejas cuestiones morales, junto a la dificultad de asumir la responsabilidad de las elecciones erróneas. Sin embargo, un acercamiento renovado al sacramento puede ser fértil. Debemos intentar reconciliar los dos aspectos que antiguamente encerrada el término "salus", es decir, salud física y salvación», concluye.

jueves, 23 de agosto de 2012

Cora Evans, la mormona que se convirtió al catolicismo y podría ser beatificada

Las aspiraciones de Mitt Romney a la Casa Blanca, respaldadas por encuestas que le sitúan muy cerca de Barack Obama en intención de voto, no se han visto resentidas por su condición de mormón. Sería, en efecto, el primer presidente miembro de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, fundada por el joven Joseph Smith en 1820 y que goza de especial relevancia en el estado de Utah.

Curiosamente, el 29 de marzo, cuando las primarias republicanas empezaban a revelar a Romney como el candidato con mejores expectativas a la nominación (que le disputó hasta el final el católico Rick Santorum), la Congregación para las Causas de los Santos remitía una carta al obispo de Monterrey (California), Richard García, autorizando la apertura de una investigación para determinar las virtudes heroicas de Cora Evans, una mormona conversa al catolicismo en 1935 y que aseguró haber tenido en 1946 una visión en la que Jesús la impulsó a difundir la devoción a su "humanidad mística".

Diez años de búsqueda
Cora nació en 1904 y murió en 1957. Había rechazado el mormonismo en 1924 justo al casarse con su marido y descubrir los rituales secretos del matrimonio mormón en el templo de Salt Lake City, capital de Utah. En ese momento le decepcionaron las enseñanzas sobre Dios de su comunidad, y emprendió una búsqueda de la verdadera religión que duró diez años, y donde al principio no contaba el catolicismo, por el que sentía una gran aversión.

Cora Evans.
Pero el momento clave llegó el 9 de diciembre de 1934. Aquel día el dial de su radio se encontraba sobre una estación católica californiana, y ella estaba en cama, enferma y sin fuerzas para cambiar de emisora. Lo que oyó por las ondas esa mañana no tenía nada que ver con lo que le habían enseñado sobre la Iglesia, así que en cuanto se repuso acudió a la cercana parroquia de San José a informarse.

Fue así como descubrió la verdad que andaba buscando, y el 20 de marzo de 1935 se bautizó junto con sus dos hijos en Odgen (Utah). Mack, su marido, lo hizo poco después, y con el paso del tiempo muchos familiares y amigos mormones la imitaron.

"Cora amaba a los mormones, se consideraba herencia de ellos. Quería que conociesen a Jesús y comulgasen. Rezaba mucho por los mormones", afirmó en marzo Mike McDevitt, impulsor de su causa de beatificación, al diario Catholic San Francisco.

miércoles, 22 de agosto de 2012

La mujer que «restauró» el Cristo de Borja «no entiende el revuelo» causado

Cecilia Giménez, responsable del destrozo del Cristo que decoraba una de las paredes de la iglesia de la ciudad de Borja, en Zaragoza, no entiende el revuelo causado por el incidente. La mujer ha asegurado a TVE que decidió retocarlo porque el salitre de la pared estaba a punto de borrar el óleo.

Giménez explica también que no es la primera vez que sus manos actúan en labores de restauración del cuadro. Una fotografía del Cristo, que guarda como oro en paño, le servía de modelo para el trabajo: "Siempre que hemos visto que algo se caía, lo hemos arreglado. Además, el cura lo sabía, ¿cómo lo voy a hacer sin decir nada si todo el mundo que entraba me veía pintando?", matiza la anciana.

Teresa García, la nieta del autor del cuadro, ha reconocido que Cecilia ha ayudado alguna vez a pintar el cuadro: "Antes había arreglado alguna vez problemas de la túnica. El problema ha sido que en esta ocasión ha tocado la cara".

Acciones legales
El Ayuntamiento de Borja (Zaragoza) no descarta la posibilidad de emprender acciones legales contra la anciana que intentó recuperar el Ecce Homo pintado en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia, que ha quedado "totalmente destrozado". Así lo ha confirmado a Efe el concejal de Cultura, Juan María Ojeda, quien ha dicho que hay que tener en cuenta muchas cuestiones, entre ellas, que se trata de una obra no catalogada, por lo que "el nivel de agresión es diferente".

Con toda la información encima de la mesa y con el asesoramiento de varios profesionales, el Ayuntamiento decidirá si tienen la obligación de emprender acciones legales o no, aunque "se trata de una situación delicada", ha reconocido el concejal.

"Lo que el consistorio no puede es dar una imagen de impunidad", ha insistido Ojeda, porque, "independientemente del valor de la obra", el hecho es que una persona ha entrado en una iglesia y ha actuado por su cuenta y riesgo, y eso es "una agresión al patrimonio artístico".

La próxima semana un grupo de restauradores profesionales se trasladará a la localidad para estudiar el estado en el que ha quedado la obra y las posibles soluciones, aunque a su juicio va a ser "muy difícil" que se pueda recuperar la pintura, que ya se encontraba "muy deteriorada".

La persona que ha llevado a cabo la intervención es una mujer muy mayor, "con una vida difícil" , con un hijo discapacitado de 60 años a su cargo, y que, con la mejor intención, entró en la iglesia para reparar la obra, ha indicado el teniente de alcalde.

Desde el Gobierno de Aragón se ha indicado a Efe que no tienen previsto llevar a cabo ninguna actuación, ya que se trata de una obra "no catalogada" y, por tanto, no es competencia del ejecutivo autonómico.

jueves, 16 de agosto de 2012

Dos adolescentes matan a una religiosa en un acto satánico; murió perdonando y podría ser santa

 Tres adolescentes asesinaron a la religiosa porque así se lo había dicho el demonio. La apuñalaron pero, como no moría, la apedrearon.

La religiosa, que fue declarada mártir en 2008, se dedicaba desde hacía años a labores educativas y de ayuda a los necesitados en el pequeño pueblode Chiavenna, al norte de Italia. Sin embargo, la noche del 6 al 7 de julio del año 2000, tras chicas adolescentes le tendieron una trampa mortal.

Ambra, Vernónica y Milena, dos de ellas de 16 y 17 años, planearon el asesinato, según reconocieron después de ser detenidas. Las declaraciones conmocionaron a todo el país, más cuando confesaron que en un acto satánico se les había pedido asesinar a un religioso.

Una de las menores, fingiendo estar embarazada y al borde de la desesperación, pidió ayuda a la religiosa. Una vez atrída a la trampa en un lugar apartado, le asestaron a Mainetti 6 puñaladas cada una: un total de 18. Maria Laura Mainetti seguía viva, pero ignoraron sus súplicas, mientras pedía el perdón para sus asesinas, y la apedrearon hasta morir, sin más razón que la de llevar a cabo un acto satánico.

La religiosa tenía 61 años y pertenecía a la Congregación de las Hijas de la Cruz. En el momento en que la asesinaron era la superiora de su comunidad en el Instituto de María Inmaculada en Chiavenna.

Las perdonó
Las propias adolescentes reconocieron también que la religiosa pidió el perdón para ellas, lo que ha supuesto el principal motivo para calificar la muerte de Mainetti como martirio. El 23 de octubre de 2005 se abrió su proceso de beatificación.

lunes, 13 de agosto de 2012

Su hija iba a ser un vegetal y tenía que abortarla. El día del parto, nació perfectamente

Presiones médicas para deshacerse de un hijo enfermo
“Mi ginecólogo me pidió permiso para documentar mi caso, ya que dice que cada uno de mis embarazos es un
mundo”. Y así es. Los cuatro hijos de Manolo y Nuria han sido auténticos milagros.

El primero fue María, la mayor. En la segunda ecografía del embarazo descubrieron que tenía dos quistes en la cabeza. “El ecógrafo nos dijo que fuésemos con los resultados al ginecólogo. No dijo más. Ni una explicación de lo que suponía, ni las posibles consecuencias…nada. Yo me derrumbé y me puse a llorar, y me juré que esa era la primera y la última vez que lo hacía”, relata Nuria.

Desde el principio, con la vida
Lo primero que hizo su ginecóloga fue proponer una amniocentesis, pero ellos se negaron: “Desde el primer momento le dijimos que, pasase lo que pasase, íbamos a seguir adelante con el embarazo”. A partir de ahí, cada semana le hacían una ecografía y los quistes no desaparecían.

“Mucha gente nos animó a abortar, nos decían que éramos muy jóvenes y que había mucho tiempo por delante”, explica Nuria. Pero para ella la decisión estaba tomada y, en buena parte, gracias a su trabajo en la ONCE con niños con plurideficiencia.

 “Al entrar cada mañana en el cole, veía a aquellos niños que eran como los médicos pronosticaban que iba a ser mi bebé y no podía dejar de pensar: ‘¿a cuál de ellos mato?, ¿cuál me sobra?’. La respuesta fue siempre que todos eran importantes, por lo que ¿cómo no lo iba a ser también mi bebé?”.

Los quistes no eran un sueño
Mientras tanto, el embarazo siguió adelante y los quistes seguían estando ahí, no eran un mal sueño, y llevaban tanto tiempo que el cerebro de María no había podido crecer y tenía "daños graves e irreversibles". Le dijeron poco menos que su hija sería un vegetal. Pero llegó el día del
parto y... “contra todo pronóstico, la niña estaba bien.

Le hicieron pruebas, le hicieron un seguimiento completo
durante los primeros meses… y María estaba bien. Los médicos no se lo explican, no saben qué pasó… Yo sí, yo sé que es un milagro, y ver cada día a María me recuerda que Dios está siempre detrás de cada uno de nosotros, que nos ama profundamente y permite que las cosas sucedan en un momento concreto de nuestras vidas. Pero también sé que si María hubiese nacido con malformaciones, Dios me habría dado fuerzas para asumir esa situación, sé que me habría
cuidado como siempre lo ha hecho”.


Fuente

domingo, 12 de agosto de 2012

Lectio divina, Imagen y evangelio para para el domingo 12 de Agosto 2012

Jesús Pan vivo bajado del cielo
Juan 6,41-51:
En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: "Yo soy el pan bajado del cielo", y decían: "No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?" Jesús tomó la palabra y les dijo: "No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan de vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.


Jesús eucaristía
LECTIO DIVINA
 
 Oración introductoria

Jesús, dame fe para saber orar. No permitas que me dé miedo el silencio y el sosiego. Haz que opte siempre por el camino de la escucha de tu Palabra. Quiero reconocerte y adorarte en la Eucaristía.

Petición

Espíritu Santo, enséñame a reconocer tu presencia y acción en todo lo bueno que hay en mi vida.

Meditación del Papa

El Señor Jesús, que por nosotros se ha hecho alimento de verdad y de amor, hablando del don de su vida nos asegura que "quien coma de este pan vivirá para siempre". Pero esta "vida eterna" se inicia en nosotros ya en este tiempo por el cambio que el don eucarístico realiza en nosotros: "El que me come vivirá por mí". Estas palabras de Jesús nos permiten comprender cómo el misterio "creído" y "celebrado" contiene en sí un dinamismo que lo convierte en principio de vida nueva en nosotros y forma de la existencia cristiana. En efecto, comulgando el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo se nos hace partícipes de la vida divina de un modo cada vez más adulto y consciente. [...] No es el alimento eucarístico el que se transforma en nosotros, sino que somos nosotros los que gracias a él acabamos por ser cambiados misteriosamente. Cristo nos alimenta uniéndonos a él; "nos atrae hacia sí". Benedicto XVI, Exhortación apostólica Sacramentum caritatis, n. 70.

Reflexión

Algunos medios de comunicación especularon sobre la posible dimisión del Papa Juan Pablo II debido a su edad y a su salud. Sin embargo, el Santo Padre nunca mencionó una sola palabra sobre el tema. Después de esos absurdos pronunciamientos de la prensa, el Papa expresó abiertamente su firme deseo de continuar en la misión que Cristo le había encomendado al frente de su Iglesia hasta su muerte. ¡Qué ejemplo tan maravilloso de entrega y de fidelidad heroica nos dió Juan Pablo II! A pesar de su edad y de su quebrantada salud, siguió en pie, como un roble, conduciendo el timón de la Iglesia, sabiendo que es el mismo Señor quien la guió a través de él.

Sin embargo, muchos de nosotros, a nuestra edad y llenos de salud, sí que "dimitimos" tantas veces, presos del desaliento, la depresión y el cansancio. Dimitimos de nuestras responsabilidades y nos dejamos vencer por las crisis del desánimo. Nos asalta la tentación de la derrota y claudicamos a la primera bajo el peso de las desilusiones, las incomprensiones, los fallos, los fracasos, el ambiente mezquino, injusto y podrido que nos rodea; bajo el peso de la hipocresía, de la falsedad y de la desconfianza. Y todo se nos acumula dentro, nos nubla la vista, seca las energías de nuestro corazón y, finalmente, nos postramos en tierra y desistimos de seguir avanzando.

A nosotros nos pasa lo que le aconteció al profeta Elías. La primera lectura, del libro de los Reyes, nos cuenta que Elías, huyendo de la persecución desatada contra él por la reina Jezabel, fatigado del camino, se tira bajo una retama, se desea la muerte y luego se queda profundamente dormido. Ya no tiene ganas de nada, se siente frustrado y completamente derrotado. Ya no vale la pena continuar. ¿Para qué esforzarse más? ¿Qué sentido tiene, si nadie lo reconoce, si lo persiguen e intentan darle muerte por el bien que realiza? Basta ya. Mejor quedarse tranquilo y olvidarse de todo. Y, en medio de esta crisis mortal, se le aparece un ángel del Señor, lo despierta, le da de comer y de beber, y lo anima a seguir adelante: "Levántate y come -le dice- porque el camino es superior a tus fuerzas". Y con el vigor que le dio aquel alimento –nos narra el autor sagrado– "caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al Horeb, el monte de Dios".

Recuerdo que, cuando era niño -y después, cuando me fui haciendo menos niño- con mucha frecuencia escuchaba –y también cantaba– durante la Santa Misa aquel motete que dice: "No podemos caminar con hambre y bajo el sol, danos siempre el mismo pan, tu Cuerpo y Sangre, Señor". Y enseguida venía a mi imaginación una estampa típica del desierto. Y me fortalecía pensando en Jesús, a quien enseguida iba a recibir en la Sagrada Comunión.

Esta es la enseñanza que nos trae el evangelio de hoy: "Yo soy el pan de vida –nos dice nuestro Señor–. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan, vivirá para siempre". No sólo tendrá la fuerza para caminar cuarenta días y cuarenta noches, como Elías; ni sólo tendrá la fortaleza que necesita para vencer las crisis de desánimo, de cansancio y de derrota; sino que, además, tendrá vida ETERNA. ¿Qué más podemos desear?

Pero aquí tenemos que preguntarnos: ¿Cómo recibo a nuestro Señor en la Comunión? Si lo hago con verdadera fe, devoción y amor, producirá sus frutos de vida eterna en mi alma. Pero si lo recibo de modo indigno, distraído, con el corazón tibio o mediocre... es obvio que no me aprovechará para nada. Ojalá que, de hoy en adelante, procuremos recibir a Jesús en nuestra alma como lo haría la Santísima Virgen María después de que su Hijo subió al cielo. Entonces, sólo entonces, muchas cosas cambiarán en nuestra vida.

Propósito

Visitar a Cristo Eucaristía, o hacer una comunión espiritual, para agradecerle su inmenso amor.

Diálogo con Cristo

Señor, el espejismo de las cosas del mundo me deslumbran y me impiden reconocerte y darte el lugar que te corresponde en mi vida. Gracias por este momento de oración. Confío me lleve a valorar la Eucaristía como mi lugar de luz, de esperanza, de conversión; te pido la gracia de gozar sensiblemente de tu presencia eucarística.


  • Preguntas o comentarios al autor

  • P. Sergio Cordova LC

    jueves, 9 de agosto de 2012

    De budista a Seminarista

    “Juan es un joven valenciano que a sus 26 años acaba de entrar en un seminario español. Pero su itinerario ha sido muy especial. Siendo de familia católica no practicante, a los 8 años, un lama tibetano llegó a su casa, convencido de que el chico era la reencarnación de un antiguo maestro budista. Tutores tibetanos le formaron y a los 15 años, ya lo nombraron lama. Su encuentro con Cristo llegó de una forma completamente asombrosa. Este es su testimonio, tal como contó en una entrevista…”


    De lama reencarnado a seminarista: testimonio de un budista español 
    Nací en una familia católica pero no practicante. A los 5 años me apuntaron a hacer artes marciales. Cuanto tenía 7 años, sin saber nada del budismo, me sentaba y meditaba al estilo budista, por las noches, sin que me viesen mis padres. Me salía como una cosa muy natural. Una noche hice ruido. Mi madre se percató y me vio sentado en la postura del loto. Yo estaba recitando una oración, el sutra del corazón. Mi madre se asustó; ¡incluso pensaron en llevarme a un psicólogo!
    Cuando yo tenía 8 años llegó a casa un lama tibetano. Nos dijo que había tenido unos sueños o visiones y que pensaba que quizá yo era la reencarnación de un lama tibetano. Mis padres no sabían casi nada del budismo, sólo conocían algo que habían leído en los libros de Lobsang Rampa. Sabían que era una religión limpia, no una religión oscura. El lama les inspiró confianza y decidieron darme una formación paralela. 
    Por las mañanas yo iba al colegio como un niño normal, a los salesianos. Por las tardes, tenía clase con dos tutores budistas tibetanos que vinieron a España, de la tradición Nygma-Pa. Completaba mi formación con artes marciales. Mi educación estaba orientada clarísimamente a ser lama, es decir, maestro, y no un simple monje. Incluía meditación y enseñanzas budistas. He de precisar que mi maestro de artes marciales no era budista, sino sacerdote taoísta. Para mí fue como un tutor, un segundo padre (después de mis padres, claro). Con él practicaba tai-chi, kung-fu, aikido. Me enseñó un taoísmo filosófico, pero no como religión, porque mi religión era la budista.
    Durante todo esto, mis padres sólo pidieron discrecion. Mi caso fue por eso muy diferente al de Osel Torres, el niño-lama de Granada que salía en todos los medios de comunicación. Nadie en mi colegio conocía mi formación budista.
    Lama a los 15 años

    martes, 7 de agosto de 2012

    Joshua Camp: 600 jóvenes católicos evangelizan Londres durante los Juegos

    Apenas a 20 minutos caminando desde la Villa Olímpica de Londres, acampan en los terrenos de una escuela católica unos 600 jóvenes adultos llegados de 20 países distintos con un objetivo: evangelizar y dar testimonio de la alegría cristiana en los Juegos Olímpicos. Acampan allí, pero pasan poco tiempo en el lugar: hay mucho que hacer en la ciudad.

    Este campamento se llama Joshua Camp (www.thejoshuacamp.com), recordando al campamento de tres días de Josué mientras preparaba la entrada de los israelitas en la Tierra Prometida.

    Estos jóvenes han venido convocados por los obispos ingleses, pero la logística y la organización práctica la aporta Sion Community (www.sioncommunity.org), una comunidad especializada en la evangelización y formación de evangelizadores, sobre todo jóvenes, desde los años 90. Una antigua directora de Sion Community, Michelle Moran, es la responsable mundial de la oficina internacional de la Renovación Carismática y miembro del Pontificio Consejo de Laicos.

    Durante tres días, los jóvenes llegados a Londres fueron formados en métodos básicos de evangelización callejera. Además, se organizaron en distintos servicios y misiones y recibieron la formación adecuada para ellos.

    Con la iglesia local
    Las actividades que se realizan no son improvisadas ni aisladas: Joshua Camp las ha preparado durante meses contactando con las parroquias católicas de Londres. “Si vuestra parroquia o asociación tiene ganas e ideas para realizar una actividad evangelizadora pero creéis que os faltan medios o gente, contactad con nosotros”, decía la carta que Sion Community envió a las entidades católicas londinenses.

    Como resultado, la oferta es bastante amplia, con abundancia de acciones de evangelización callejera. Lo más común es enviar a los chicos de dos en dos a invitar a la gente a pasarse por la parroquia cercana para estar un rato tranquilo, con música suave, en presencia de Dios, a menudo con el Santísimo expuesto.

    Los atletas olímpicos en Londres expresan su fe en un país con leyes cada vez más antirreligiosas

    Bolt Religioso
    Las nuevas leyes inglesas permiten que te despidan del trabajo por llevar un crucecita al cuello o por expresar tu fe, pero al menos los atletas internacionales en Londres hacen gestos de oración o agradecimiento a Dios ante millones de espectadores. 






    El corredor jamaicano Usain Bolt ha conquistado al público y la prensa mundial con su fabulosa actuación en Londres 2012 al ganar los 100 metros en apenas 9,63. Todos hablan de “la mejor carrera de la historia”, no sólo por Bolt sino también por sus competidores: siete corredores por debajo de los diez segundos, algo que permanecerá como la gran imagen de los Juegos de Londres.

    Bolt, que consolidaba así su título de hace 4 años en Pekín, apareció ante millones de espectadores realizando la señal de la cruz, y llevando al cuello un símbolo religioso cristiano.

    Leyes inglesas antirreligiosas
    Esto es algo que las actuales normativas británicas dificultan al personal que trabaja en instalaciones públicas. Los tribunales británicos incluso permiten a las empresas privadas que prohíban o multen a sus empleados que lleven símbolos religiosos aunque sean pequeños y no ostentosos, como una crucecita.

    Así, los atletas están dando una visibilidad a la fe en Londres que las autoridades británicas tienden a ocultar.

    Por el momento, Gran Bretaña aún no penaliza a sus deportistas que expresan su devoción en el estadio olímpico. Así, el ganador de la carrera de los 10.000 metros, el inglés musulmán Mohamed Farah, de origen somalí, se arrodilló en la pista, al acabar su exigente prueba y agradeció a Dios el éxito. Hay quien se pregunta si dentro de unos años podrá volver a expresarse en público así en terreno inglés, dadas las actuales tendencias de restricción de la expresión religiosa.

    Una jovencita muy visible
    Otra historia relacionada es la de la joven judoka de 18 años Wojdan Shaherkani, la primera mujer de Arabia Saudí que compite en unos Juegos Olímpicos, convirtiéndose en un punto visible para todas las mujeres de la teocracia saudí, muy limitadas en sus libertades y movimientos.

    Los responsables olímpicos de la Federación de Judo se oponían a que la chica compitiese con velo, señalando el peligro de asfixia que puede comportar en este deporte en que los luchadores se enzarzan en llaves y agarrones. Pero la delegación saudí insistió y al final Wojdan pudo llevar su velo durante los 82 segundos que duró su combate.

    Aunque fue derrotada piensa volver con velo a Rio de Janeiro dentro de 4 años. Pero Brasil es muy distinto de Inglaterra: es uno de los países más religiosos del mundo y muy dado a la expresión desinhibida.

    domingo, 5 de agosto de 2012

    Merecía el premio Nobel pero se lo negaron por oponerse al aborto eugenésico y defender la vida

     Jérome Lejeune
    Jérome Lejeune, el descubridor de la causa del síndrome de Down, se convirtió en un defensor de los no nacidos. Por esta misma razón, la Academia de Oslo le negó el galardón y perdió la financiación para realizar nuevas investigaciones

    Ha pasado a la historia como el descubridor de la anomalía cromosómica Trisomia 21 que permite el diagnóstico precoz del síndrome de Down. Sin embargo, el francés Jérôme Lejeune (1926-1994) pasó del prestigio profesional y el reconocimiento de toda la comunidad científica a una encarnizada persecución mediática por su oposición frontal y declarada al aborto.

    La vida de Jérôme Lejeune es una historia agridulce de repetidos éxitos y fracasos. Con sólo 33 años, en 1959, descubrió la causa del síndrome de Down, que le convirtió en uno de los padres de la genética moderna. Con esta conquista científica vinieron otros muchos logros en su carrera: en 1962, fue designado como experto en genética humana en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y dos años después fue nombrado director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia y ocupó la primera cátedra de Genética Fundamental en la Facultad de Medicina de la Sorbona. Tenía, por tanto, todas las papeletas para ser galardonado con el Premio Nobel. Pero ese apreciado galardón nunca llegó.

    Sólo y sin Premio Nobel
    En 1970, el aclamado científico mostró su oposición al proyecto de ley del aborto eugenésico de Francia. Ésta fue la piedra de toque para que el mundo de la Medicina le retirara su «favor». Se quedó solo en la defensa de la vida de los nonatos, pero esto no le impidió hablar sin tapujos incluso en la sede de las Naciones Unidas, donde se trataba de justificar la legalización del aborto para evitar todos aquellos que se realizaban clandestinamente.

    «He aquí una institución para la salud que se ha transformado en una institución para la muerte», denunció Lejeune, refiriéndose a la OMS. Consciente de la repercusión que tendrían sus palabras, el científico escribió a su mujer y su hija diciendo: «Hoy me he jugado mi Premio Nobel». Y no se equivocó.

    Lectio divina, Imagen y evangelio para para el domingo 5 de Agosto 2012

    Tu pan siembra vida
    Del santo Evangelio según san Juan 6, 24-35

    Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.» Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del cielo les dio a comer.» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.» Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan.» Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed.

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    LECTURA

    HOMILIA FR. NELSON MEDINA O.P. 





    Meditación del Papa

    "Que creáis en el que Él ha enviado…Este es el Misterio de la fe". Con esta expresión, pronunciada inmediatamente después de las palabras de la consagración, el sacerdote proclama el misterio celebrado y manifiesta su admiración ante la conversión sustancial del pan y el vino en el cuerpo y la sangre del Señor Jesús, una realidad que supera toda comprensión humana. En efecto, la Eucaristía es “misterio de la fe” por excelencia: "es el compendio y la suma de nuestra fe". La fe de la Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de modo particular en la mesa de la Eucaristía. La fe y los sacramentos son dos aspectos complementarios de la vida eclesial. La fe que suscita el anuncio de la Palabra de Dios se alimenta y crece en el encuentro de gracia con el Señor resucitado que se produce en los sacramentos: "La fe se expresa en el rito y el rito refuerza y fortalece la fe". Por eso, el Sacramento del altar está siempre en el centro de la vida eclesial; "gracias a la Eucaristía, la Iglesia renace siempre de nuevo". Cuanto más viva es la fe eucarística en el Pueblo de Dios, tanto más profunda es su participación en la vida eclesial a través de la adhesión consciente a la misión que Cristo ha confiado a sus discípulos. Benedicto XVI, Exhortación apostólica Sacramentum caritatis, n. 6.  

    jueves, 2 de agosto de 2012

    El «nuevo Lerma» está en Palencia

    Casi cualquier católico medianamente informado ya tenía noticia del renacer vocacional que empezó hace unos años en el convento de las clarisas de Lerma (Burgos). Pero parece que el Espíritu no quiere que sea el único.

    Ir al desierto... Dios las conduce...
    En septiembre de 1999, la madre Prado cerraba por última vez la puerta de la que había sido su celda durante varios años. “La llamada”, como ella la identifica, había sido insistente desde hacía tiempo. “Era una llamada muy fuerte a una vida más contemplativa”, relata con la sencillez propia de las almas consagradas. Detrás quedaban años dedicados a la enseñanza en el colegio de agustinas de Talavera de la Reina (Toledo). ¿Y delante? ¿Qué quedaba por delante? Tal vez, madre Prado sintió en ese momento la misma mezcla de incertidumbre y confianza que invadió a santa Edith Stein cuando escribió: “¿Adónde nos conduce Dios? No lo sabemos. Sólo sabemos que nos conduce”. Y se dejó conducir.

    Seguir la llamada
    Madre Prado no se fue sola. Tres agustinas más, que habían escuchado esa misma llamada, la siguieron. Unos meses más tarde, se sumarían otra tres. Las siete llegaron al antiguo convento franciscano de Becerril de Campos, enclavado en medio de la inmensa e inhóspita llanura castellana.

    26 religiosas más otras ocho, en reflexión
    Allí comenzó una vida de intensa oración y discernimiento. Y, al poco tiempo, el milagro comenzó a suceder. Varias jóvenes empezaron a llegar a ese remoto pueblo de Castilla atraídas por el calor que el Espíritu infundía en esa recién nacida comunidad.
    Han pasado casi 13 años. Actualmente, las Agustinas de la Conversión son 26 religiosas procedentes de cinco países. Y ocho más pueden entrar el próximo mes de septiembre, tras un período de reflexión.