lunes, 4 de junio de 2012

Falcao, Kaká, Di María... Evangelizar en el campo de fútbol

Final de la Europa League. El árbitro hace sonar su silbato y termina el partido. El Atlético de Madrid ha vencido al Athletic de Bilbao en Bucarest, Rumanía. Los jugadores ‘colchoneros’ se abrazan de alegría. Todos visten la elástica rojiblanca salvo uno. Radamel Falcao se ha quitado la camiseta y ahora luce una blanca con un mensaje: “Believe and you will see the Glory of God”, es decir, “Cree y verás la Gloria de Dios”.

La televisión intenta no mostrar las letras que lleva Falcao en su pecho, pero es casi inevitable porque es el héroe del partido.

Evangelizar en el campo
Este futbolista colombiano tiene claro que la clave del éxito cosechado esa noche está en su fe en Jesucristo y así quiere mostrarlo a los más de cien millones de espectadores que desde sus casas están siguiendo la retransmisión televisiva. Uno a uno, los deportistas del Atlético suben al palco para recibir su medalla y la copa de campeones.

Falcao ha conseguido su objetivo. En todas las fotos de la celebración rojiblanca se puede leer la frase del capítulo 11 del Evangelio de san Juan.

Falcao es cristiano evangélico. Desde los 6 años empezó a destacar en los equipos en los que jugaba. Compaginaba sus estudios con su pasión por el deporte.

Nunca dejó de lado su fe, ya que “a Jesús lo conocí desde muy chico porque mi mamá siempre me enseñó y me crio con los valores cristianos, y me inculcó
el amar y el seguir a Jesucristo”, declaró en una entrevista.

Antes de llegar al Atlético de Madrid jugó en otros grandes equipos como River Plate, en Argentina, o en el Oporto, de Portugal. En todo su camino por varios países y clubes siempre ha tenido claro “que el Señor quería usar mi vida. Ese encuentro apasionado de poder servirle y ayudar a mis compañeros para que conocieran también a un Dios vivo que no era religión, como muchos piensan, sino un estilo de vida. Y ahí fue donde Él puso en mí esas ganas de seguirlo y agradarle en todo”, afirma el deportista colombiano.

Falcao tiene el propósito no fácil de evangelizar en los terrenos de juego. Explica que “en el medio que lo pone Dios uno tiene que tratar de ser luz, como Él dice, poder darle el condimento a todo y demostrar que es un estilo de vida muy lindo, que no solamente con el dinero o con la fama o en el estrellato se consigue la felicidad”.

Al igual que el delantero del equipo rojiblanco hay otros deportistas que hablan abiertamente de Dios siempre que tienen ocasión. Uno de los más conocidos es Ricardo Kaká. Cuando tenía 18 años, el futbolista brasileño del Real Madrid tuvo un accidente y muchos pensaron que no podría volver a hacer deporte.

Pese al mal trago que pasó durante meses, “Dios me dio fuerzas y empecé a orar con devoción”, recuerda. Los médicos dijeron que había tenido mucha suerte al recuperarse de la lesión, pero Kaká dijo que “no fue suerte sino Dios enseñándome que Él tiene un propósito en mi vida a través del futbol. Yo no creo en coincidencias. Si no hubiera seguido jugando al fútbol, Dios me hubiera usado de otra manera. No puedo imaginar cómo sería mi vida sin Jesús. Estoy seguro de que si no tuviera a Cristo enmi corazón, mi vida no hubiera sido así”, explica este deportista, que, en varios partidos, ha mostrado una camiseta con la frase “I belong to Jesus”, que se traduce como “Yo pertenezco a Jesús”.

El grito en el cielo
Otro futbolista del Real Madrid que también ha mostrado camisetas cristianas es Ángel Di María. Entre 2007 y 2010 jugó en el Benfica (Portugal). Allí, en varias ocasiones, al marcar un gol  se levantaba  la camiseta para  mostrar una imagen del cuadro de la Divina Misericordia revelada a santa Faustina Kowalska.

Pero este tipo de manifestaciones de fe no gustan a algunas personas. Algunos mandatarios del fútbol internacional como el danés Jim Stjerne Hansen pusieron el grito en el cielo -aunque suene paradójico- cuando, en 2009, tras ganar la Copa Confederaciones ante Estados Unidos, los jugadores de la selección brasileña de fútbol hicieron un círculo en medio del campo y se pusieron a rezar dando gracias a Dios por la victoria conseguida.

Hansen dijo que estas actitudes podrían crear "confusión entre deporte y religión” y eso, según él “no es en absoluto admisible”. Esté o no permitido, estos deportistas seguirán dando gloria a Dios en los campos de fútbol porque no imaginan su vida sin Jesucristo.

La inquisición de la FIFA
El organismo más importante de fútbol a nivel internacional -la FIFA- no entiende que la fe sea algo natural del ser humano y lo castiga. En sus normas indica que “el equipamiento básico obligatorio no deberá tener mensajes religiosos” y añade que se “sancionará al equipo de un jugador cuyo equipamiento básico obligatorio tenga mensajes religiosos”.

La Fundación Juan Pablo II para el Deporte -que pertenece al Vaticano- criticó esta normativa y dijo que “el progresivo vaciamiento de valores éticos y religiosos es el responsable de la degradación moral que sufren el fútbol y el deporte en general”.

Algunos futbolistas suelen llevar escrito algún mensaje en su camiseta interior. En el Mundial de Sudáfrica en 2010, Andrés Iniesta, tras meter el gol que dio la victoria a España, recordó a su amigo Daniel Jarque. También, muchos celebran sus goles dedicándoselo a sus hijos o señalando a la grada donde está su familia. Otros dedican sus éxitos a Jesucristo.


Ttomado de esta web

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