lunes, 7 de mayo de 2012

Conversion de un Filosofo- Manuel García Morente

Esta noche se celebran 75 años de un acontecimiento prodigioso, el "Hecho extraordinario": el testimonio de la conversión de Manuel García Morente.

"El hecho ocurrió en la noche del 29 al 30 de abril de 1937, aproximadamente a las dos de la madrugada. Permítame usted que a su narración circunstanciada anteponga algunos pormenores, cuyo previo conocimiento me parece necesario o al menos muy conveniente..."

Un intelectual que llegó a ser decano de la Facultada de Filosofía de Madrid y también ministro en tiempo de la República; íntimo amigo de Ortega y uno de los defensores de la Institución Libre de Enseñanza. Se formó en Francia y en Alemania, es decir, en un ambiente donde - por decirlo de algún modo suave - no se propiciaba el creer en Dios. En 1936 tuvo que dejar España, tuvo que escapar de los "suyos", increíble! Pero bueno, no me detendré en esta parte de su vida... merece la pena leer un poco sobre ella, es apasionante: Manuel García Morente.
Una vez lejos de Madrid, en París, se sumerge en una "depresión" existencial que le lleva a reflexionar sobre el mal que le acecha a él, a su familia (sus hijas estaban en peligro de muerte), a España... tratando de buscar una "fuerza superior", "Alguien" que se manifiesta como "Providencia"... en definitva, busca respuestas a sus planteamientos filosóficos porque ya nada tiene sentido. Comienza a experimentar la soledad, la angustia, el insomnio... incluso piensa en el suicidio:
"Me pareció claramente que solo una cosa era libre de hacer para mostrar mi oposición a es Providencia, que se me antojaba inaccesible y hostil: quitarme la vida... pero tan pronto como me di cuenta de la conclusión a la que había llegado, me espanté de mí mismo."

Entra como estado de vigilia continua, ocupa sus horas reflexionando sobre esta ida de Dios... hasta que se permite un parón, enciende la radio y escucha esto:


"Se me ocurrió poner en marcha la radio para ayudarme a la distracción. Estaban radiando música francesa: el final de una sinfonía de Cesar Franck; luego, al piano, "Pavane pour une infante défunte" de Ravel..."


Esto tuvo que "esponjar el corazón" de nuestro querido Morente porque suspiraba por conseguir que sus hijas llegasen a París sanas y salvas... y esto no era nada fácil.

"Luego [continúo escuchando], interpretado con orquesta, un trozo de Berlioz intitulado l'Enfance de Jesús".
 
 
Después de esta obra en la que Berlioz recorre pasajes de la infancia de Jesucristo... Morente ya no era el mismo:
"Cerre la radio para no perturbar el estado de deliciosa paz, en que esa música me había sumergido... tuvo un efecto fulminante en mi alma. Ese es Dios, ese es el verdadero Dios, Dios vivo, es la Providencia viva - me dije a mí mismo. Es es Dios, que entiende a los hombres, que vive con los hombres, que sufre con ellos, que los Consuela, que le da aliento y les trae la salvación".

El resto de la historia... merece mucho más la pena leerla contada por él: Decargar el "Hecho extraordinario".
 
Dios se sirve también de la música. Toca los corazones sutilmente cuando estamos abiertos a la gracia. Me emociona saber que una noche como hoy García Morente le daba su sí a Dios. Y de qué manera? ordenándose sacerdote tres años después.
Oscar Valado
Roma, 29-30 de abril de 2012
75º aniversario del Hecho extraordinario

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